¿Soy Libre?

Decía Rousseau que las personas nacen libres, pero en todas partes están encadenadas. Y es que la simple interacción y adaptación al entorno implica una falta de libertad voluntaria o involuntaria. Todo lo que nos rodea nos condiciona y nos moldea, entonces, ¿cómo puede ser uno libre si inevitablemente está obligado a ser o hacer lo que dictamina su entorno?

La sociedad me dice cómo tengo que ser, las redes sociales me sugieren lo que me tiene que gustar, los políticos deciden lo que es legal o ilegal …y en tiempos de pandemia lo que es normal o anormal. Se me castiga por dar abrazos, por salir a la calle, por visitar a mis familiares o por hacer cosas que hasta el momento eran parte de mi día a día, y me pregunto ¿soy libre?, ¿era libre antes de la pandemia?, ¿es posible ser libre?

Volviendo a Rousseau, el niño es libre en el sentido de que todavía el ambiente no lo ha transformado y aún conserva esa pureza genuina. Ahora bien, una vez que crecemos y aceptamos que el ambiente nos condiciona, la única manera de ser libre es a través del conocimiento.

Soy libre cuando abro los ojos y soy consciente de lo que sucede a mi alrededor.
Soy libre cuando conozco las consecuencias de mis actos y decido, o no, llevarlos a cabo.
Soy libre cuando me responsabilizo de mí misma, mis pensamientos, mis emociones y mis acciones sin cargar la culpa en el otro.
Soy libre cuando soy capaz de verme y puedo ver al otro verdaderamente, sin filtros, sin máscaras. 
Soy libre, aunque desde afuera se me encadene, porque cada día trabajo para serlo. ¿Y tú?

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